Sabadell se prepara para desalojar el antiguo cuartel de la Guardia Civil

El antiguo cuartel de la Guardia Civil de Sabadell, abandonado desde finales de los años noventa, se ha convertido en las últimas semanas en refugio improvisado para unas 40 personas, entre ellas varias familias con menores. El edificio, situado en una zona próxima al hospital Parc Taulí, conserva una fachada aparentemente estable, pero su interior presenta un estado de deterioro evidente: ventanas sin cristales, muros agrietados y restos de instalaciones retiradas tras más de 25 años sin uso.
El Ayuntamiento ha fijado para este viernes 17 de octubre la fecha del desalojo, alegando riesgo grave para la seguridad y un posible derrumbe, según un informe técnico municipal. La notificación ha generado una gran preocupación entre los ocupantes, que denuncian que no se les ha ofrecido ninguna alternativa habitacional.
Jordi Solé, portavoz de la entidad Ningú Sense Sostre, explica que hace apenas tres o cuatro semanas algunas personas comenzaron a instalarse en el cuartel y que ahora conviven allí distintos grupos: españoles, dos familias peruanas con cinco menores, además de jóvenes subsaharianos y marroquíes. Todos han recibido aviso formal de que deberán abandonar el edificio en cuestión de horas. “Pedimos que, si el desalojo se ejecuta, se garantice al menos una alternativa mínima. No se pueden dejar cuarenta personas, entre ellas más de una veintena de menores, en la calle de un día para otro”, señala Solé.
La entidad ha presentado una instancia ante el Consell Social del Ayuntamiento reclamando una solución temporal y advirtiendo de que, pese al mal estado del edificio, muchos de los ocupantes consideran que es más seguro permanecer allí que quedar expuestos en la vía pública. A pocas horas del operativo, la situación sigue marcada por la incertidumbre. Algunos residentes aseguran estar dispuestos a marcharse si se les ofrece un recurso, mientras otros afirman que no tienen otro lugar adonde ir. El caso vuelve a poner de relieve la falta de respuestas habitacionales ante situaciones de emergencia y la creciente presión residencial en ciudades como Sabadell.



