La piscina olímpica de Badalona queda en pausa por un requerimiento técnico de la Generalitat

El ambicioso complejo acuático que el Ayuntamiento de Badalona quiere levantar en el antiguo espacio de la fábrica Focus ha quedado en punto muerto tras una intervención de la Generalitat. La Comisión de Urbanismo ha detenido la tramitación porque el expediente no incluye un estudio de movilidad, un documento que considera clave para analizar el impacto real del equipamiento.
Desde el gobierno catalán se argumenta que una instalación con vocación metropolitana —pensada para atraer usuarios de varios municipios y con capacidad para acoger competiciones— no puede avanzar sin una previsión clara sobre tráfico, transporte público y accesos. Antes de permitir el cambio de usos del suelo, exigen saber cómo se integrará el flujo de visitantes en una zona que, hasta ahora, no estaba planificada para recibir una infraestructura deportiva de este nivel.
El consistorio, en cambio, ve esta decisión como un freno injustificado. Alega que la normativa en la que se basa la Generalitat no obliga a presentar ese análisis en este momento y recuerda que en proyectos comparables nunca se había pedido un informe de este tipo. El equipo del alcalde Xavier Garcia Albiol interpreta la decisión como una lectura excesivamente estricta del reglamento y subraya que el proyecto había sido impulsado como uno de los grandes símbolos del mandato.
El debate técnico ha abierto también un frente político. Los grupos de la oposición hablan de improvisación y falta de previsión. ERC acusa al gobierno municipal de vender anuncios sin base administrativa, los comunes denuncian que no se ha avanzado “ni un paso real” y el PSC cuestiona que el ejecutivo local esté en condiciones de levantar la instalación antes de que acabe el mandato.
El proyecto prevé un complejo de más de 23.000 metros cuadrados repartidos en tres niveles, con tres vasos de piscina —uno de ellos de 50,25 metros homologado para competiciones internacionales— y capacidad para más de 5.000 usuarios potenciales dentro de un área de influencia que supera los 800.000 habitantes.
Ahora, el plan queda suspendido hasta que Badalona decida si asume la elaboración del informe de movilidad que reclama la Generalitat o si opta por disputar el criterio del órgano urbanístico por la vía legal. La piscina, de momento, seguirá siendo un render y una promesa pendiente.



