Guía para elegir la talla correcta en calzado barefoot infantil

Cada vez más familias buscan ofrecer a sus hijos un calzado que respete el desarrollo natural del pie, favorezca la libertad de movimiento y contribuya a una pisada más saludable. A diferencia del zapato tradicional, el calzado respetuoso se caracteriza por su suela fina, flexible y plana, sin diferencia de altura entre talón y puntera. Ofrece un espacio más amplio en la puntera para permitir que los dedos se expandan sin restricciones, algo esencial durante las etapas de crecimiento.
Elegir la talla adecuada en este tipo de calzado no siempre es sencillo y muchos padres, acostumbrados a las medidas convencionales o a la práctica de comprar “un número más grande para que dure”, descubren que estas reglas no se aplican del mismo modo al barefoot. Un calzado demasiado grande puede alterar la pisada natural, mientras que uno ajustado en exceso puede restringir el movimiento de los dedos, por eso la elección de la talla correcta, por tanto, no es solo una cuestión de comodidad, sino de salud y desarrollo postural.
Cómo se mide correctamente el pie infantil
Uno de los errores más comunes al comprar calzado infantil es no medir el pie de forma precisa antes de elegir la talla y en el caso del barefoot, donde cada milímetro cuenta, la medición cobra aún más relevancia. La forma más fiable de hacerlo consiste en colocar el pie del niño sobre una hoja de papel, con el talón apoyado contra una pared. Con el pie bien apoyado, se marca el punto más largo de los dedos normalmente el dedo gordo o el segundo dedo y se mide la distancia en centímetros desde la pared hasta la marca.
Conviene realizar esta medición al final del día, cuando el pie ha alcanzado su tamaño máximo debido a la actividad y la ligera dilatación natural. También es recomendable medir ambos pies, ya que pequeñas diferencias de longitud entre uno y otro son habituales, y debe tomarse como referencia el mayor.
Una vez obtenida la medida exacta, el siguiente paso es comparar ese resultado con la guía de tallas de cada marca. A diferencia de los zapatos convencionales, en el calzado barefoot niños las tablas de medidas varían considerablemente entre fabricantes, por lo que siempre es necesario consultar la referencia específica del modelo que se desea comprar.
Cuánto espacio dejar y por qué
En el calzado barefoot el concepto de “espacio de crecimiento” se denomina “fit allowance” y se trata del margen que debe existir entre el dedo más largo del pie y el final del zapato. En niños pequeños, este margen suele situarse entre 0,8 y 1,2 centímetros, aunque puede ajustarse ligeramente en función del tipo de actividad y la época del año.
Un espacio adecuado permite que el pie crezca sin presiones y que los dedos se muevan libremente, si el calzado es demasiado justo, puede generar fricción, ampollas o incluso alterar la forma natural del pie. Pero si es demasiado amplio, el niño tenderá a agarrar el zapato con los dedos al caminar, provocando una pisada inestable o una marcha torpe.
El objetivo es encontrar un equilibrio: suficiente espacio para el crecimiento y el movimiento natural, pero sin perder el control ni la sensación de ajuste. Muchos especialistas en podología infantil recomiendan revisar las tallas cada dos o tres meses, especialmente durante los primeros años, cuando el crecimiento del pie es más rápido.



