Can Parellada aspira a una transformación integral con el proyecto “Connectem”

Terrassa ha puesto sobre la mesa uno de los planes urbanísticos y sociales más ambiciosos de los últimos años. Bajo el nombre de “Connectem Can Parellada”, el Ayuntamiento propone una intervención global en este barrio del Distrito 7, con una inversión prevista de 18,7 millones de euros y un total de 28 actuaciones si la Generalitat aprueba su candidatura dentro del Pla de Barris i Viles de Catalunya 2025-2029.
Lejos de ser únicamente una operación de mejora urbana, el proyecto quiere combatir una realidad que el consistorio define como una “desconexión física y simbólica”. Para revertirla, se plantea una estrategia que combina infraestructuras, cohesión social y transición ecológica. Entre las actuaciones destacadas aparece la construcción del puente de Italia, pensado como nuevo enlace directo con el resto de Terrassa, y la remodelación de la calle América, llamada a convertirse en un eje de paso y encuentro.
La propuesta también mira a los equipamientos. Se proyecta la creación de la Biblioteca del Distrito 7 (BD7), la ampliación del Casal Cívico de Can Parellada y mejoras en instalaciones deportivas y centros educativos. En paralelo, se incorporan líneas de ayuda para la rehabilitación de viviendas, la eficiencia energética y la accesibilidad en fincas antiguas.
El espacio público tendrá un papel central. La plaza Ibèria será rediseñada para adaptarse al clima y recuperar su función como punto de vida comunitaria. A su alrededor, se habilitarán huertos urbanos que servirán como herramienta de transición ecosocial y convivencia vecinal.
Además de las obras físicas, el Ayuntamiento ha incluido un bloque de programas sociales orientados a reforzar los vínculos comunitarios: acompañamiento emocional, apoyo educativo, dinamización del comercio local y acciones contra la violencia machista y la discriminación.
El financiamiento, en caso de aprobación, se dividirá al 50% entre Generalitat y Ayuntamiento. El periodo de ejecución se extendería entre 2026 y 2030. Con este movimiento, Terrassa busca posicionarse con fuerza dentro de una convocatoria que exige proyectos de entre 6 y 25 millones y una duración de cinco años.



