El Ayuntamiento de Barcelona impone seis sanciones al ‘coliving’ ilegal de Sant Agustí 14
La primera teniente de alcaldía y concejal del distrito de Gràcia, Laia Bonet, ha confirmado este martes que el Ayuntamiento ha impuesto ya seis multas contra la propiedad del edificio ubicado en el número 14 de la calle Sant Agustí, donde se han detectado obras ilegales para habilitar viviendas tipo ‘coliving’. Bonet ha advertido que se aplicarán todas las sanciones que sean necesarias “hasta que se cumpla con la legalidad vigente”.
Durante la Comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda, Bonet también ha anunciado que los servicios técnicos del distrito están elaborando un informe específico para determinar si se aplica en este caso la normativa que exige reservar un 30% de los pisos para vivienda de protección oficial.
Estas declaraciones han llegado en respuesta a un ruego presentado por Barcelona en Comú (BComú), que pedía al gobierno municipal actuar con contundencia contra la transformación del bloque en un ‘coliving’ y garantizar el cumplimiento de la orden de demolición de las obras no autorizadas. La formación también solicitó una nueva inspección del inmueble y la evaluación del cumplimiento de la obligación del 30% de VPO.
“Es intolerable que un promotor haga obras ilegales en una finca catalogada, y aún más si luego alquila habitaciones a precios desorbitados”, ha señalado Bonet, quien ha asegurado que se ha realizado recientemente una nueva inspección para comprobar si se han llevado a cabo más intervenciones no autorizadas.
Críticas de los Comuns al gobierno de Collboni
Por su parte, la concejal de BComú, Lucía Martín, ha cargado contra la actitud del gobierno de Jaume Collboni, al que acusa de “dejadez y permisividad” frente a promotores que, según ha dicho, “llegan a la ciudad para lucrarse a costa del derecho a la vivienda”.
Martín ha lamentado que la actuación municipal solo llegara tras la presión vecinal y la intervención del Síndic de Greuges de Barcelona. “Pasaron seis meses desde que las vecinas denunciaron el caso hasta que finalmente se inspeccionó el edificio y se confirmó que las obras eran ilegales”, ha explicado. También ha cuestionado la efectividad de las sanciones impuestas: “Las multas son insignificantes para este tipo de propietarios, y lo que ocurre en Sant Agustí no es un caso aislado, sino la punta del iceberg”.
