Una plaga de ratas tiene el vilo a un barrio de Barcelona

En el pintoresco barrio del Camp de l’Arpa de Barcelona, una plaga de ratas ha llevado al borde de la desesperación a sus vecinos. La indignación y la preocupación se apodera de ellos, mientras se enfrentan a una plaga que ha convertido su vecindario en un escenario de inquietud y malestar.
Todo comenzó en la calle Nació, donde un solar vacío que anteriormente había sido convertido en un hermoso espacio verde por la iniciativa altruista de los vecinos, hoy yace abandonado. Este terreno se convirtió en un refugio para okupas durante casi un año, deteriorando su entorno y atrayendo condiciones insalubres que, según cuentan los lugareños, fueron el caldo de cultivo para la proliferación de ratas.
La semana pasada, los servicios sociales y los Mossos d’Esquadra intervinieron, desalojando a los ocupantes y poniendo fin a su permanencia en el lugar. Sin embargo, este acto no eliminó el problema, sino que lo exacerbó. Las ratas, ahora sin obstáculos, se han extendido por el barrio, dejando a su paso excrementos, trepando por las paredes y, en algunos casos, intentando ingresar a las viviendas a través de las ventanas. La situación es tan alarmante que algunos vecinos las describen como «tan grandes como conejos».
Los vecinos han buscado ayuda en las autoridades locales, sin embargo, su llamado parece haber caído en oídos sordos. A pesar de las llamadas al Ayuntamiento y a la Guardia Urbana, las soluciones no parecen estar a la vista. Incluso tras el desalojo de los okupas, las medidas tomadas fueron insuficientes: simplemente se cortaron los árboles del área sin una limpieza adecuada, dejando tras de sí un rastro de suciedad que solo agrava la situación.
Esta crisis afecta profundamente a los residentes del Camp de l’Arpa, muchos de los cuales habían dedicado su tiempo y esfuerzo al cuidado del jardín comunitario. Hoy, se sienten abandonados por las autoridades locales y enfrentan una realidad que parece escapar a su control.