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Las piscinas municipales de Catalunya no se podrán rellenar si no son refugio climático

El Conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, ha confirmado que, en caso de que la actual fase de emergencia por sequía persista durante el verano, las piscinas municipales no podrán ser rellenadas con agua. Sin embargo, ha dejado abierta la posibilidad de estudiar excepciones en aquellos casos en los que una instalación represente el único refugio climático disponible en su área.

«Mientras que en un barrio no haya bibliotecas, salas de lectura o espacios con aire acondicionado para el resguardo de los ciudadanos, podríamos considerar que la piscina municipal se convierta en un refugio climático y, por ende, se permita su llenado. No obstante, en circunstancias normales, esto no será posible», explicó el Conseller durante una entrevista en TV3 este lunes.

Para llevar a cabo esta medida, Mascort anunció que se llevará a cabo un censo de refugios climáticos con el fin de determinar qué piscinas podrían calificar para la excepción. La actual fase de emergencia por sequía, que actualmente afecta a Barcelona y Girona, prohíbe el llenado de piscinas con agua dulce en todos los casos, incluyendo piscinas particulares, hoteles, campamentos, gimnasios -a excepción de algunos casos de deporte federado-, así como las piscinas municipales y comunitarias.

El año pasado, la prohibición solo se aplicaba a piscinas particulares, sin embargo, la situación podría ser diferente el próximo verano si no hay mejoras en la situación hídrica. Ante este escenario, el sector turístico de Lloret de Mar (Girona) ha anunciado la adquisición de una desalinizadora móvil para abastecerse y proporcionar agua a la localidad, que experimenta un aumento considerable de población durante el verano, como es común en otros municipios de la Costa Brava.

En cuanto a este proyecto, el Conseller ha señalado que las desalinizadoras móviles no están contempladas en el Plan de Sequía del Govern, por lo que será necesario estudiar su ajuste a la normativa legal vigente. Además, ha destacado que para utilizar agua del mar se requiere una concesión administrativa de Costas, una autorización de la Agencia Catalana del Agua y una licencia ambiental en función del volumen de agua extraída.

Por tanto, será necesario evaluar en detalle el proyecto de la desalinizadora móvil, ya que factores técnicos como el volumen de agua extraída diariamente determinarán su viabilidad. En palabras del Conseller, «las condiciones técnicas serán determinantes para decidir si es posible llevar a cabo este proyecto, pero haremos todo lo posible para que así sea».

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