Comienzan las obras de soterramiento de las vías de tren en Montcada i Reixac tras décadas de reivindicación
Este lunes marcará el inicio de las obras de soterramiento de las vías de tren en Montcada i Reixac, una demanda persistente del municipio que se gestó hace más de 30 años.
El objetivo principal es evitar que el tren atraviese el corazón de la localidad, con el propósito de prevenir accidentes, que hasta ahora han cobrado la vida de 180 personas, principalmente en los puntos de cruce, y mejorar la movilidad de los vecinos.
A ambos lados de las vías se encuentran instalaciones municipales, como el Ayuntamiento, comisarías y centros de atención primaria. Sin embargo, es común observar a ciudadanos cruzando las vías para realizar actividades tan cotidianas como comprar pan.
Según Bartolo Egea, alcalde de Montcada i Reixac, las obras son esenciales para unificar y revitalizar la ciudad, aunque el ayuntamiento estima que «pueden extenderse entre 6 y 7 años». La primera fase se llevará a cabo en el barrio de la Ribera, donde se realizarán las primeras excavaciones, avanzando posteriormente en dirección a Francia. Este será el inicio de un logro largamente anhelado y reclamado, pero también de un período complicado para los residentes.
«Iniciamos una etapa con gran entusiasmo, pero que vendrá acompañada de circunstancias como cierre de calles y polvo», afirmó Anna Solano, portavoz de la Plataforma Tracte Just Soterrament Total, durante un evento para celebrar el inicio de los trabajos. «Hago un llamado a la prudencia ante las dificultades que supondrá cruzar las vías.»
Además, se establecerá una oficina municipal para supervisar el progreso de los trabajos y garantizar el cumplimiento del calendario previsto. Esta oficina también se encargará de recopilar las inquietudes de los habitantes, con la participación de funcionarios electos del Ayuntamiento, tanto del gobierno como de la oposición, así como de entidades y asociaciones locales.
La demanda de soterrar las vías del tren en Montcada i Reixac se remonta a finales de los años 80. Desde el restablecimiento de la democracia, el municipio buscaba una reestructuración de las infraestructuras que lo cruzaban, con diversas líneas ferroviarias, y una propuesta para soterrar la línea de Rodalies de Portbou.
En 2006 se creó la Plataforma Tracte Just Soterrament Total para eliminar las vías en superficie, los pasos a nivel y poner fin a la serie de muertes acumuladas desde la puesta en servicio de esta línea.
No fue hasta 2015 que el gobierno central asignó una partida de 300.000 euros a los presupuestos generales del Estado para realizar un nuevo estudio de viabilidad. En 2017, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció públicamente que el soterramiento de la R2 en Montcada i Reixac comenzaría a principios de 2020.
Sin embargo, los retrasos impidieron que esto fuera posible, y en 2020 se incluyó el soterramiento en el Plan de Rodalies de Catalunya 2020-2030, que preveía la actuación en los primeros cinco años.
En la actualidad, las obras incluyen la construcción de un túnel de 4 kilómetros y una nueva estación, también subterránea. En septiembre pasado, se adjudicaron los trabajos por un importe de 540 millones de euros, después de descartar dos ofertas consideradas temerarias.
