A jucio 4 Mossos por romper 3 dientes a un joven y falsear el atestado para incriminarle
El próximo lunes, la Audiencia de Barcelona presenciará el juicio de cuatro miembros de los Mossos d’esquadra, quienes enfrentan graves acusaciones por parte de la Fiscalía. Se les imputa haber agredido a un joven, causándole la rotura de tres dientes, además de falsificar pruebas para encubrir su conducta.
La Fiscalía solicita una condena de 8 años de prisión y 16 años de inhabilitación para los acusados, mientras que la acusación popular, representada por el colectivo de defensa de los derechos humanos Iridia, demanda penas aún más severas: 15 años de cárcel y 22 años de inhabilitación, junto con una compensación económica para la víctima.
Los cargos contra los agentes incluyen delitos que van desde agresión y lesiones hasta falsificación documental, con la Generalitat siendo señalada como responsable civil subsidiaria en las indemnizaciones. Los hechos, registrados por una vecina, han generado un amplio escrutinio.
Los incidentes ocurrieron durante la noche del 13 de noviembre de 2020, cuando los Mossos detuvieron a un grupo de personas por violar el toque de queda.
Durante la verificación de documentos por parte de la patrulla, uno de los miembros del grupo, de origen extranjero, se aproximó a uno de los agentes y mencionó que habían robado a un amigo suyo, expresando su opinión sobre la prioridad de la policía en perseguir a los ladrones.
La Fiscalía sostiene que este comentario provocó una fuerte reacción por parte del cabo, quien , según el relato fiscal, el cabo lo abofeteó y lo empujó bruscamente contra la pared. Posteriormente, lo arrastró hasta el centro de la calzada y lo arrojó al suelo, utilizando una maniobra de barrido que resultó en que la víctima golpeara su cabeza contra el pavimento, donde fue retenido durante aproximadamente un minuto.
En ese momento el joven comenzó a pedir auxilio, de modo que los otros Mossos implicados se acercaron y apoyaron la actitud y la agresión del compañero echándose sobre la víctima que continuaba inmovilizada en el suelo con problemas para respirar, mientras proferían insultos racistas hacia el detenido.
El juicio se espera que revele detalles sobre el presunto comportamiento inapropiado de los agentes, quienes, según la acusación, utilizaron fuerza excesiva y manipularon pruebas para justificar su actuación. Este caso ha levantado preocupaciones sobre posibles motivaciones racistas detrás de las acciones de los agentes, como lo señala Iridia.
A pesar de que el joven fue detenido y acusado de agresión, los cargos en su contra fueron finalmente desestimados en junio de 2022, evidenciando la falta de fundamento en las acusaciones iniciales. Sin embargo, el proceso legal ha dejado secuelas en la vida del joven, incluyendo dificultades para renovar sus documentos debido a registros policiales erróneos.
